Descripción
La pequeña semilla de la Linaza se extrae de la planta de lino, cuyo cultivo se realiza en regiones de clima templado en todo el mundo, aunque la más famosa es la que se trae de Canadá por ser seleccionada cuidadosamente, además, gracias al clima frío de este país, el nivel de ácidos grasos y aceites en las semillas aumenta considerablemente.
La ingestión de linaza ayuda en el tratamiento del estreñimiento crónico, aunque también es recomendable para regenerar la flora intestinal, los daños causados al colon por el uso de laxantes y previene la formación de pequeños apéndices en el trayecto del esófago o intestino.
Aunque no se ha probado esta propiedad, se han hecho varios estudios al respecto que apoyan la especulación de que sustancias contenidas en la linaza como los lignanos, el ácido graso y otros 27 compuestos, pueden identificarse como anticancerígenos, pues favorecen el bloqueo a desarrollar tumores malignos.
Se sabe que la fibra ayuda a controlar el colesterol, pues ésta impide que se absorban las grasas en el intestino. Además, se estima que la diabetes del adulto se debe en parte al exceso de grasas saturadas y la falta de ácido alfa linoleico, contenido en la linaza, puede disminuir los requerimientos de insulina en el diabético.
Al consumir con regularidad esta semilla por algunas semanas, la piel se nota más tersa y suave; además, si tienes problemas en la piel, como psoriasis y eczema, éstos mejorarán dramáticamente.
Si se diluye con un poco de agua, la linaza se puede usar como mascarilla facial para una limpieza profunda del cutis, así como en el cabello para nutrirlo.
Gracias a sus funciones para no absorber la grasa saturada en el intestino, la linaza también puede consumirse para perder peso. Y por su gran contenido de fibra dietética da la sensación de estar satisfecho, por lo que no existe el apetito constante.
La linaza se considera un afrodisiaco natural, pues evita tanto la impotencia del hombre como la frigidez de la mujer, cuyas causas se deben al bloqueo de la circulación sanguínea en las arterias.
Entre sus características, los ácidos grasos de la linaza ayudan a los riñones a secretar sodio y agua, así que puedes olvidarte de la inflamación de tobillos, algunas formas de obesidad y el famoso síndrome premenstrual, entre otros padecimientos.
¿Cómo se usa?
La linaza debe consumirse en ayunas puedes tomarla en jugos o licuados, así como sustituto de granola en la fruta o yogurt, o bien, en ensaladas y hasta disuelta en agua.
Se recomiendan dos cucharadas en cualquiera de las formas recomendadas.